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Si de la princesa Argentina hemos dicho que es la bella y la bestia, de Trogo se puede decir que es la bestia y... dá gracias.
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El esbirro de Arbakala es un ser tan monstruoso como estúpido. Para él se acuñó la frase: "eres más tonto que Troguito Romero que vendió el jamón para comprarse el cuchillo jamonero".
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Sus continuas meteduras de pata provocan la ira de su amo que siempre lo está convirtiéndo en asno, en cerdo, en garrapata ó en cualquiera otro animal o cosa humillante.
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A pesar de su aspecto gigantesco siente un miedo irracional hacia Ferocio, al que considera poco más o menos que la encarnación del diablo.
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Dama de compañía de la reina Anarkia y pérfida espía en palacio de Arbakala. Retorcida como ella sola y de la que se comenta que si se mordiera la lengua moriría envenenada en el acto. Lo suyo es vocacional y
lleva con orgullo el doblez en su vida, moral y faja. Porque dicho sea de paso no se explica sus redondeces pese a ser glotona y amante del dulce. Lo que demuestra también lo poco acertado del dicho: de lo
que se come se cría. De dulce no tiene nada, es mas bién agria y ponzoñosa la buena mujer.
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Capitán de la guardia real. Mercenario griego de probada fidelidad al rey y ardor guerrero. Enamorado secretamente de la pricesa y por tanto celoso de las simpatías de ésta por Norax, un ladronzuelo sin carrera
militar , pedigrí cortesano, ni modales refinados. Partidario como todo buen militar de las soluciones drásticas cuando se plantea un conflicto de intereses. No es mal tipo pese a todo.
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